TRAGO
FRIO
JUAN BEAT
Ilustración - Javier Molinero
I
Hay
formas de dejar de escribir. La mía fue la más efectiva, las palabras no fueron
suficientes, se terminaron cuando las botellas de scotch y los
recuerdos se perdían entre malditos añoranzas
de viejas historias; esas que fueron
casi epopeyas de peleas por la supremacía, y no del amor, del poder, de quien
podía manipular mejor las historias de
vida; nunca sirven las historias de vida, solo se desprenden de múltiples ecuaciones, de situaciones llevadas al extremo, las que
al final , solo te dan una estocada; no como un toro de lidia, si no, como un
boxeador en la lona, simplemente me convertí en peleador callejero, siempre
buscando a quien vapulear, a quien herir sin temer a que mi karma me
llevara en otra vida a un lugar parecido
a esta mierda ciudad de México, esa que
Fadanelli describió también en Hotel DF…. Esa que me ha convertido en un ser tan rabioso, que,
mientras manejo en un viejo spirit, solo pienso en que un terremoto acabe con toda esta ciudad.
Dejar
de escribir no está mal, no hay posibilidad de dañar a quien te da amor; siempre he sido tan grotesco, que
agradezco no escribir más. Encontré un equilibrio, como la sincopa en ¾ de
Coltrane. Cuando el desequilibrio llega,
esas pequeñas cosas valiosas se destruyen; me siento una mierda por destruir
historias de vida. Hasta hace unos años solo pensaba en cómo acabaría, me
imaginaba solo, y manejando un auto
hasta ser un ídolo como James Dean… muerto..
No
hubo un barranco, las historias perdidas se terminaron, por eso he decidido no
escribir más, solo se escribe cuando el
amor, en una canción olvidada…
El
amor se olvida cuando eres un trago frío y nunca te toca el corazón…
II
Los
tragos fríos me han llevado a manías , una en particular que en este momento
esta destrozando lo único valioso que he tenido en años, el equilibrio que mi
mujer, Lupis, me ha dado. Y sí, mi manía viene de aquellos viejos chats, me
servía un vodka y como maniático me ponía a contactar mujeres, que nunca conocí,
las que en un par de días se me olvidaban, pero se me hizo adicción, una tan
cruel como un jugador empedernido, o como un junky sediento de un pinchazo más.
Y luego llegó el diablo: el myspace, hi5, facefuck y demás redes que solo hacen
que incluso viejas heridas salgan a la luz.
Mucho tiempo me mantuve escribiendo, volcaba todo en un sencillo blog, y
tenía la atención, ja…. Me creía un escritor, no lo soy, nunca me convertí en uno, pero la gente me retroalimentaba, y
mi ego se hizo insoportable, ya no buscaba a nadie en una red, llegaban a
mi personas rotas, enloquecidas que se
identificaban con burdos textos que escribía alcoholizado; aunque al menos
escribiendo me alejaba de ese impulso de búsqueda.
Entiendo
porque Lupis está molesta, estado juntos, dándome todo el amor posible, no he
podido manejar ese impulso, es como vivir en una fantasía donde tengo la
atención de mujeres y me admiran por mi forma “beat” de conducirme, con ser el cínico y directo; al final es como en los viejos tiempos de los chats un par de
platicas de guarrerías mías y me olvido, tanto que, de repente encuentro un
contacto viejo y mi clásica aburrida frase trivial: “cuando se hacen las
chelas”… y así…
Lo
que ha pasado no lo he hecho a propósito con el fin de golpear emocionalmente
a Lupis, y esta vez por fin me di cuenta
que me he convertido en idiota inútil, y
en consecuencia me he sobrevalorado yo y
todo la atención y tan buen modo de vida en todos los sentidos que ella me ha
ofrecido, esa honestidad en sus sentimientos
no los había esta valorando. No quiero
destruir la primera vez que no me he
convertido en un desastre, en el eterno sueño beatnik o en ben y mi ya fastidiosa recurrente forma de
según yo, “llegar a las vegas”.
Debo
cerrar las puertas de mi grandilocuencia
y cultivar la confianza en Lupis, yo la amo tanto, que dentro de mi
inestabilidad llevamos dos años juntos; nunca había tenido la experiencia de vivir
con alguien -------nunca había estado ni un año en una relación----- , de un
proceso de mantener una relación constante, no es fácil y más con una persona
ególatra y sobre valorada como Juan Beat. No soy escritor, ni músico, ni un
doctor en nada…. Y ahora no puedo ni ser un buen tipo con quien me ama… no ha
sido falta de amor, solo manías, malas costumbres y creerme el centro del
mundo… soy una mierda.
Me
estoy enterando que murió Scott Weiland, dicen mientras dormía, yo ni una dulce
muerte merezco, espero merecer el perdón por mis torpezas.