sábado, 6 de enero de 2018

FADE OUT


“Nan” ha estado insistiendo, ha llamado a las 2 am, luego a las 5 am hasta que en mi somnolencia apagué el celular; tiene 41 años ---y al menos 10 años de conocernos---, tiene un novio; yo qué demonios tengo que estar escuchando sus gemidos por el celular, porqué tengo que escuchar sus promesas vacías e inciertas. Tarde me di cuenta que no necesito una mujer a mi lado, solo han causado malestares y una que otra tarde buena de sexo… suelen actuar irracionalmente y dejarme a la deriva; motivos quizá los tengan, pero su honestidad ha sido tan falsa como la mía.  

Pensé en destruir a cada mujer que me dejó a la deriva, las disculpas y las justificaciones siempre sobran, sin embargo, después de intentarlo, de joder a la “ primera”, de follarla para después abandonarla, no pude, tuve que confesarle lo hermosa que se veía  ---después de tu orgasmo es difícil destruirte, te ves más hermosa, más que en aquellos años que te amaba-----.  Ella me contestó con una sonrisa: lo sé...  Y desde ese día quedé impedido para destruir a cualquier mujer a mi lado, al menos conscientemente; los estilos de vida no cambian, no cambian las costumbres, ni las noches de soledad y se que ellas nunca hubiesen cambiado algo por estar a mi lado. No dejarían de trabajar, no dejarían a su familia, no dejarían sus apegos, y mucho menos dejar de cogerse a alguien más y ese ya no es el problema, se que nunca les he dado lo que necesitaban, así de sencillo, soy un egoísta con apegos.

Entre tantos apegos y malestares amoroso, siempre recurría a buscar “la muerte”, a caminar sobre eje central hasta llegar a garibaldi y esperar ser sorprendido por una bala, o aferrarme a hoteles baratos llenos de cucarachas y gemidos momentáneos; pero eran tiempos diferentes, había una solidaridad con los perdedores y patéticos como yo. Ya no lo hay…

El año que terminó mató muchas cosas, se fue mi primera gata; era un caos, se escapaba, se metía a departamentos durante días, tenía leucemia y ya solo podía tomar leche, me di cuenta que ya estaba por morir… También me di cuenta que no estoy hecho para ver diario a una mujer, es una muerte segura hacerlo; perder la individualidad, la libertad y peor aún, depender más de lo que creía.

No he aprendido a despegarme, lo justifico pensando que me ancla a “la realidad”, pero a que costo, cuánta energía emocional, mental y física se me va queriendo satisfacer mis vacíos, e ingenuamente sigo esperando que me tengan respeto. Al final acabo arrumbado y el odio y rencor no me alcanza para intentar destruirlas, un banal orgasmo me hace olvidar toda la basura que hubo entre nosotros. Un rostro momentáneamente feliz después de eyacular en cualquier parte lo jode todo; y después de un rato vuelvo a darme cuenta, que solo serví para limpiarlas, dejarlas irreverentemente listas para “a quien le pueden dedicar una canción”, para a quien le pueden ofrecer disculpas… a mi ni un: lo siento, aun después de una felicidad momentánea.


Voy a apagar todo, voy a apagarme…