martes, 19 de marzo de 2013

RETUMBAN SUS CANCIONES


EN MIS AUDIFONOS RETUMBAN SUS CANCIONES

JUAN BEAT

Arlette no respondió mis mensajes, seguro manejaba en su seat y  al ver mi nick en su móvil: “juanete”,  solo  dejó pasar mis mensajes; y razón la tenía, cuando bebía le escribía trozos de canciones, todas ellas  muy jodidas, así que  no me quedó más que de nuevo tirarme en el piso, rodeado con gatos, le puse play al viejo discman y  por alguna razón sonó: tu silencio es mi tortura, vuelve a mi...  Era un cd , el último quizá para Arlette, ya no tuve tiempo de dárselo cuando salió de casa molesta, elegante, con sus párpados azules, no pude darle el cd, había pasado toda la noche seleccionando canciones, aún cuando el la Sharp se repetía leaving las vegas, en la vieja eMac yo bajaba canciones para poder reconquistarla. Arlette no me dio tiempo de hacerlo; antes de irme y meter a la chicharita en la transportadora,  me recosté en “nuestra cama”, la verdad es que estuve lloriqueando un poco, pero yo sabía que me había dejado, no importaba que tanto le dijera que yo la amaba, Arlette ya no quería más escuchar el mar, ni mucho menos quería pertenecer a un mierda como yo, por eso la comprendí y mis pocas cosas las junté, creo que la chicharita , mi gata estaba también muy triste. Arlette odiaba a los gatos, cuando iba a casa de mis padres, siempre le causaba alergia,  y se la pasaba estornudando, la chicharita siempre se acercaba y  movía su nariz intentando descifrar sus intenciones, la lagañas  se acomodaba en su bolso y la gatota le vigilaba de cerca.. incluso los gatos le tomaron aprecio, Arlette nunca los extrañó, como lo haría conmigo posteriormente.

Fue muy triste rellenar  dos mochilas con mi ropa y salirme con la chicharita, eché a andar el viejo spirit y  le puse 50  miserables pesos de gasolina para llagar al centro, debo confesar que también me saqué unas botellas, Arlette  siempre me regalaba una  de scotch a la semana, incluso me regaló una pequeña licorera para traerla en cualquier momento; mientras manejaba, me empinaba bien la botella del vat 69, a Arlette le gustaba que en el corona vaciara un poco de scotch en la cerveza, ella era un ángel, que me dedicaba tiempo, es más me invitó a vivir en su departamento, sin embargo , seguramente, yo, como siempre hice mierda todo y por eso  decidió irse. En el seat manejaba ella y al lado un tipo decente la besaba, los vi por la ventana mientras la chichara se frotaba en mis brazos antes de meterla a la transportadora.

Arlette merece algo mejor, por eso entendí, me mude a casa de mis padres, no preguntaron mucho, me sabían un fracasado. A  unas semanas después de el triste evento  sigo tirado en el piso,  los gatos que tanto odió Arlette me acompañan, no he tenido una cruda, sigo  sin recibir un mensaje de texto de ella, mis audífonos retumban con sus canciones, ella sabe cuáles son, creo me ha olvidado, seguro su piel no me necesita… y nunca pude derramarle Jack daniels, que triste fin me espera.

domingo, 17 de marzo de 2013

MUDANZA A LAS VEGAS


MUDANZA A LAS VEGAS

JUAN BEAT

La primera vez follamos bien, fue algo instantáneo y  yo sabía que sería efímero, así que fue  todo espontáneo, hasta  el momento de despertar y saber que estaba con alguien que no era mi mujer, cerca de las 11 am ya la vi fea, con un terrible aspecto de mujer indigente, llena de  carencias y  queriendo  al otro día verme de nuevo. Soporté un poco sus mensajes de texto amoroso, cursis, casi  como una declaración de amor después de follar. La segunda vez fue más difícil, ya no se me paró fácilmente, tuve que apagar mi móvil para no recibir los reclamos de mi mujer y lo peor, al despertar, me dieron unas nauseas horribles, como si me hubiese bebido muchas botellas de ron en una tarde, me sentí cansado, y no del sexo; y tampoco era culpa, mi mujer ya no me quería, su exitosa vida le había llevado a pasar el tiempo entre la oficina y  la socialité; mi mujer era una mujer hermosa, mis amigos incluso comentaban lo sexy que se veía, y más cuando bebía. Sin embargo, ya conmigo no bebía, ya no dormía, me mandó a la sala y yo preferí mudarme a las vegas, mientras mi mujer dormía, yo en la sala, veía  una vez más leaving las vegas, apenas  me servía el tercer trago de scotch cuando me di cuenta de algo en la película:  ¿Eres deseable?  ¿ eres irresistible?  Si bebieras bourbon conmigo tal vez me ayudaría, quizá si me besaras y probara el picante de tu boca, serviría. Si bebieras bourbon desnuda conmigo, si olieras a bourbon mientras follamos, mi estima por ti podría aumentar, si derramaras bourbon sobre tu cuerpo y me dijeras: bébetelo; si separaras las piernas y el bourbon gotera por tus senos  y tu vagina,  y me dijeras: bebe de aquí… posiblemente, podría enamorarme de ti, porque entonces tendría un motivo para limpiarte, y eso.. y eso… demostraría que sirvo para algo. Te limpiaría lamiéndote para que pudieras irte a coger con algún otro… (Nicolas Cage en Leaving Las Vegas).  Y me di cuenta que yo no servía ni para limpiar el scotch derramado en el hermoso cuerpo de mi mujer; durante los tres años casados fui un fiasco para el sexo, aún me atormentaban los fantasmas sobre alguien a quien ella quería, yo se que lo quería, yo se que él aún pasaba a su trabajo y le acompañaba a una cuadra de nuestro  departamento, al principio me molesté, después comprendí que mi mujer era demasiado hermosa como para solo estar con un viejo bebedor. En esta historia con mi mujer, solo hay dos certezas, la primera su belleza, la segunda que yo no servía para nada; entonces comprendí que ella era bondadosa al estar conmigo y en ese sentido no pude reprocharle cuando al otro día de dejarme en la sala y yo terminarme las botellas que ella me compraba y  mientras en la Sharp de 60 pulgadas seguía repitiéndose “leaving las vegas”, ella me dijo: no quiero nada estable contigo, pasarán por mi, no te levantes, sigue bebiendo bonito, me voy a trabajar…

Fueron sus últimas palabras, recogí mi ropa, puse a la gata en la transportadora y regresé a mi lugar, a mi departamento  a unas cuadras del cine nacional; abrí y me recibieron un montón de gatos, pensaba que eran 10, encontré más, en mi ausencia hubo unos amoríos entre un gato y la gata de un vecino, aventé mis cosas, dejé el dvd de leaving las vegas sobre la mesa, me dirigí a la cava escondida y saqué un chivas regal viejísimo, mi padre se enojaría, pero había que hacer un “pacto” con mi “mudanza a las vegas”. Me tiré en el piso, los gatos se amontonaron, bebí directo de la botella y me sentí triste por haber querido encontrar en una mujer extraña, el consuelo para el desapego de mi mujer. Pretendí dormir, pretendí  morir de tanto chivas, pero abrí los ojos, mi mujer no estaba, mi celular  solo con un mensaje: te busqué y no te encontré,  se que tu mujer te dejó, yo también, no sirves ni para follar…  Me sentí aliviado, quizá sintió el mismo asco que yo después de coger.

Llevo días y mi mujer, la hermosa mujer a la que le gustaba escuchar el mar no se ha comunicado, ya no tengo scotch, solo unos licores extraños que quizá si me lleven a mudarme a las vegas…  sonó el  móvil, pero era Nancy ----huelen mi tristeza algunas mujeres-----, no contesté… es necesario que me mude a las vegas.

jueves, 7 de marzo de 2013

FUNERAL


FUNERAL

JUAN BEAT


Arlette,
lo intenté,
quise por primera vez
ser  un mejor tipo,
pero no pude;
tu no tienes tiempo,
tu no quieres más que usarme como un bufón,
yo no estoy dispuesto;
lograste hartarme,
y es un gran mérito,
ninguna mujer lo había logrado,
tu hiciste que “me mudara a las vegas”,
no tengo idea de cuánto tiempo pase,
si conozca a otras mujeres
y folle,
o las amé
o me hagan sentir  mejor que tu;
lo que si se,
es que tu,
ni si quiera tendrías tiempo para mi funeral;
yo te regreso todas mis promesas,
ya no sirven,
me jodiste…
y más que todas las demás,
Adiós.