FLASHBACKS
JUAN BEAT
Aún
recuerdo un poco del dolor cuando hace ya más de 12 años, simplemente Idalia no
apareció más; nunca le he juzgado, por eso mismo nunca le pedí que lo dejara,
yo no podía quitarle su vínculo de 7 u 8
años juntos. Bastante hizo con llegar
varias mañanas y enloquecer un poco a mi lado, eran días duros,
despertaba con ansiedad solo esperando el ring del teléfono y contestar
escuchando “llego en un par de horas”, y no hacía más que esperar, derrumbado
en cama, entre cobijas revueltas de
semanas. Idalia siempre llegaba con algo que me gustaba, más aún yo la
necesitaba, dependía de ella; muchos años después supe por qué no llegó más a
casa; por su puesto que enloquecí en
realidad muchos años, rondaba por su casa, le mandaba cartas y supe que era la
primera vez que experimentaba la innegable
condición de amor-desamor.
No
aprendí mucho, incluso, ya con Grissel a mi lado, lo eche a perder por vivir de
recuerdos, Grissa era una santa, lo digo por que soportarme entre depresiones,
ansiedades, enojos, actos impulsivos y mi memoria con Idalia, pocas lo
soportarían. Años después, entre fracasos, relaciones muy quebradas,
sentimientos de culpa y pesadumbre,
apareció Karina, fue justo cuando dejé
mi necedad de no pertenecer a la clase académica (como lo hice gran parte de mi
estancia en la facultad) y me dediqué a lo poco que faltaba para titularme.
También enloquecí un poco con Karina, no se por que me convertí en un celoso de mierda y no se por que
pensaba que aún tenía algo con su ex novio, al cual odiaba sin justificación
alguna; y fue ahora a mi a quien le tocó “cuidar a Karina” como a una niña,
pasaba más tiempo deprimida y ausente, que en sus “cabales”, pero no me importaba, yo la
quería, nuestro refugio era la colchoneta, una grabadora y los recorridos en
auto, casi como si fuese una “road
movie”. Llegó el momento en el que
como aquel flamenco: “se nos rompió el
amor de tanto usarlo, de tanto abrazo loco y sin medida”; Karina en un
punto clave me dejó fuera de su vida por un día, yo no pude más la odié y
desaparecí; al final ambos supimos que fue para bien, al menos para ella, porque
encontró un soporte para toda su forma de vida.
Yo lo
único que encontré fueron affaires, a Lorena, a Ayesha, mi mano destrozada en
15 pedacitos… sobre eso, ya todo está dicho. Actualmente me comienzo a sentir
abandonado, desolado, de nuevo con pesadumbre; no por nada hace un par de
semanas exploté y no hubo más que lloriquear, Astroman X bien me dijo hace
muchos años cuando platicábamos por icq: “tu
da todo lo que tienes que dar, sin concesiones, si no recibes lo mismo ya no es
tu problema… llega un punto que se irá diluyendo y se convertirá en recuerdos,
llenos de paquetitos de dolor, y así quizá ya no te importe más ella, pero tu
diste lo necesario”
No me
gusta que de nuevo se repitan esos flashbacks sobre el locura y pérdida,
tampoco me gustarían más de esos paquetitos de dolor, ya no sabría donde
colocarlos.
Foto: Jenni Tapanila