lunes, 25 de diciembre de 2017

Tiempo desperdiciado

WASTED TIME
JUAN BEAT
Follar no es tan solo sexo… bueno, muchas veces simplemente es un comportamiento animal pero siempre hay que tratar de no dejar descendencia; Ray Loriga en Tokio ya no nos quiere me reforzó mis experiencias: las mujeres tristes son mejores en el sexo; yo he sido un hombre entristecido por años, pérdidas como la de Idalia, fracasos por culpa mía como la de Grissel, patadas en los testículos como lo que sucedió con Ayesha, y podría seguir haciendo una lista de mujeres que se comportaron mierda y condescendientes al mismo tiempo. Creo que he desperdiciado “el amor”, ja… quizá por eso me gustaban tanto esos tracks del slave to the grind de skid row como wasted time y wasting love de iron maiden de aquel acetato que aún conservo llamado fear of the dark.
Follar no es tan solo sexo, y no me refiero a una idea amorosa o ideal, solo pienso en todas esas veces que Ayesha y yo no podíamos hacerlo por tanto alcohol y benzodizepinas, o que con Arlette simplemente no pude tener sexo, gracias a mi bloqueo emocional, arrastrar viejas heridas suele joder todo. No he follado todo lo que he querido, es como querer beberme todo el scotch en una licorería en Glasgow; ahora a mi edad, a mis 41 años ya pienso en todo eso de las consecuencias en el sexo: se apegan, quizá se enamoren, me odien, -----como ha pasado algunas veces---- o procrear es lo peor, puede ser patético, pero prefiero estar en abstinencia a escuchar de una mujer que no puede ofrecerme ni un trago de bourbon; todos sabemos que “el amor” y el sexo es un intercambio, nos prostituimos por un orgasmo o por un “te quiero”, nadie quiere a nadie, todos sacamos ventajas… ja, yo le dije puta a Ayesha y me rompió la mano, yo le dije a Grissel que Idalia era la mujer de mi vida y me abandonó ocasionándome un bloqueo sexual por años, Arlette desperdició el poco entusiasmo que tenía por relacionarme y acabé follándome “desconocidas” del Facebook, de quienes ya no supe más.
Por eso decidí no involucrarme más, el sexo es un intercambio de todo, menos de pertenecías… sucede una y otra vez, después de eyacular fuera, me he dado cuenta de que simplemente “las limpio para que puedan ir a coger con algún otro…” (sic. Nicolas Cage, Leaving las Vegas) y eso no es culpa de nadie, solo es una “ley” de los que no pertenecemos a nadie…
Al final es un tiempo desperdiciado. Un tiro certero al lóbulo temporal...

viernes, 15 de diciembre de 2017

FECHA DE EXPIRACION

FECHA DE EXPIRACION

JUAN BEAT

La redención me duró poco y el dejar de escribir se ha vuelto cotidiano, tanto como quedarme dormido por las tardes y los dolores de cintura y espalda… o los malditos calambres en las rodillas, a demás de todo eso, no he follado, no me he relacionado; dejar de escribir me ha traído muchas consecuencias, la mayoría desagradables y aunque sigo bebiendo mucho, por lo menos antes me hacía sacar la rabia en una hoja de word. Ahora bebo el alcohol que puedo solo por inercia y porque los medicamentos me han funcionado, esos que nunca me dieron en el temible “seguro popular”. Ha sido la experiencia más pobre de mi vida levantarme temprano y esperar horas para un análisis de triglicéridos, y todo eso que los médicos revisan que al final no sirve más que para dar una estocada a sus pacientes, por eso yo ya no fui más; así que me voy al simil, compro lo necesario y al despertar solo espero encontrar la botella de scotch.

Los días sin scotch son duros, el vodka me hace mucho daño al estómago, el tequila no se me antoja… como añoro cuando escondía botellitas de licores de varios sabores o charanda de 40 pesos la botella de a litro; también añoro conectarme y tratar de ligarme a alguien por facebook, y que decir de terminar sudando después de penetrar enloquecidamente; ya nada de eso es mi vida, ni siquiera los domingos fumando mota y bebiendo con los amigos “jugando a hacer música”. Aferrarse al pasado quizá esté mal, pero mi vida se va haciendo aburrida, ja… ya he notado mis canas y hasta mi forma de conducir un auto se ha envejecido.

Y lo cierto es que ya me da flojera pensar en el amor romántico, antes eso me salvaba un poco, sí, enamorarme era al menos una forma de esconder lo nefasto que soy, ahora solo veo traseros y tetas y pienso en lo que haría, claro, si es que pudiera entablar conversaciones coherentes y mi aliento alcohólico no me delatara; hace poco una señora en le metro me hizo plática e insinuaciones y cuando me acerque a su rostro, se hizo hacía atrás y me dijo ---hueles a alcohol---, mierda a qué más puedo oler; quizá a tristessa, por eso ya ni antiguas mujeres a mi lado desean verme, no para una cerveza, no para amanecer conmigo, no para usar los condones color morado antes de que expiren.

Mi vida está expirando , mis gatos están envejeciendo junto a mi, mis amigos se redimen y me parecen ajenos… mis ex mujeres encontraron el camino de un buen hombre y un par de hijos llenos de sus miedos; pero aún con la desgracia del tiempo y la maldita sobriedad, solo hay alguien que me vincula a la realidad y me da esperanza… no sobre mi, sino de poder hacer que un ser humano trascienda en todos las formas, que su fecha de caducidad no sea tan pronta como la mía.


Solo tengo una cerveza “noche buena”, mañana no se que me espere o que encuentre detrás del cristal del auto, detrás de los pensamientos ambiguos de todas las mujeres que me miran con resentimiento, ja da igual, yo también odio casi a todas, incluso a las que seguro estaré por conocer.

lunes, 3 de julio de 2017

EN EL CAMINO

EN EL CAMINO
 
JUAN BEAT

Alguien cree que me estoy redimiendo, y puede parecer al encontrar botellas de pet vacías, que por su puesto no es alcohol, ya no se en que momento me dio por beber agua embotellada, en que momento me dio por tomar vitaminas y pro-bióticos; y no es por el vecino que a final de cuentas murió, yo lo sabía, no por ser yo un tipo que lo sepa todo, pero imagino esas condiciones de no poder hablar, ni comer, y estar con la mitad del cuerpo paralizado… ¿no es mejor la muerte? 

No me cuido porque quiera, me dio un impulso de responsabilidad moral; ja… recuerdo días antes de que le diera el derrame cerebral a mi vecino, él me decía que ya no bebía, solo fumaba y se drogaba ocasionalmente, que desayunaba bien, y que era un alivio despertarse sin dolores. Yo estaba jodido, con las manos y los pies entumidos, dolores de cuerpo, nauseas, diarrea, cansado y durmiendo de más; le conté al vecino y me pronosticó que no podría dejar de beber, y tuvo cierta razón, aún cuando mi  basura esté llena de botellas vacías de agua, el tinto, la cerveza de trigo y un par de vasos de scotch no se me escapan, creo que no hay que dejar de lado el camino…

On the road, esa novela de Jack Kerouac que fue el descubrimiento de que el “primer pensamiento es el mejor”; y conforme leí a Kerouac, supe que las mujeres son destructoras, son como esa mierda que tengo en el estómago que no deja en paz; sí, así son las mujeres, al menos con las que he pasado tiempo, y no creo que sea maldad, solo no saben lo que hacen. Y se que no me han amado, ninguna lo hizo… y como ellas nunca han pensado en que el “amor es un perro infernal” (sic. Charles Bukowski), no han entendido mis actitudes, mis miedos, mi maldita forma de relacionarme, ni si quiera mi búsqueda de la muerte; y si no ha llegado es porque como me dijo un día Juan Manuel ------un buen amigo que realmente está cerca de la muerte----, la muerte siempre es justa…

Aún no merezco la muerte, es peor estar en esta sociedad, estoy pagando karmas horribles… ya mis esperanzas murieron; quizá mis cuidados y mi “santidad” dure un mes, después regresaré a el camino correcto, es triste saber que aún no merezco morir.


Tengo mucha vergüenza de mi vida, pero habrá una señal para dejarlo todo y encontrar un respiro en una botella de scotch.

jueves, 27 de abril de 2017

GAME OVER

GAME OVER

Juan Beat

Después de tanto alcohol, no pensé que me llegaría la idea de cuidarme; hace muchos años encontré un desencanto en mi vida, en las relaciones afectivas y demás situaciones. Ya tengo 40, y en mi parafernalia suicida, nunca pensé llegar a esta edad; sin embargo, hace ya semanas que me he sentido jodido, y no ha sido ninguna sorpresa: el alcohol combinado con la hernia hiatal y la úlcera gástrica me llevaron a pérdida constante de sangre y como resultado, una anemia que me hacía sentirme cansado, con dolor en los huesos y lo peor, entumecimiento de mis manos, pies y horribles calambres; que, por experiencia familiar, siempre he temido a una embolia o un ataque cerebral. Hace un par de años, exactamente , antes de  ridiculizarme en aquella primera convocatoria de master (shit) chef, temí sucumbir con una problema cardiaco; y no es que sea muy “hombre”, soy flojo para ir al médico, pero tuve que ir por el temor a quedarme con la mitad de mi  jodido cuerpo inservible, al final no fue nada de eso, solo un maldito cúmulo de presiones y terminando la mierda esa en la que me metí de master shit, desaparecieron las extremidades dormidas, la sensación de mareo y dolor de cabeza.

Seguí con la rutina del bebedor, no paraba con vodka, mezcal, tequila, scotch o bourbon, y todo eso me hacía sentirme confortable, con un pie y medio en la carretera de la desolación y en mi futuro “llegando a las vegas”; más aún recordando a dos buenos amigos. Luis Martignon quien murió por el impacto de un auto, y Javier Ortíz, quien se encerró en su cuarto, bloqueó la chapa, dio play a Bowie y esperó al final de la botella de scotch ---esa que quedó pendiente entre nosotros para armar un fanzine----.

Me enfermaba seguido, con diarreas interminables, vómitos de lo más profundo de  mis entrañas; incluso , en los ensayos de “los viejos puercos band”, llegué a sucumbir ante el scotch barato; y no me importó, la inercia de vida seguía con tragos de scotch desde las 6 am, cervezas por la tarde y bell´s o jimbeam a todas horas. Honestamente no es que me preocupe tanto por mi, y aunque dependo de muchas formas de gente cercana, se que al menos mi padre y los gatos enloquecidos aún me necesitan; nadie más. He sido “defraudado”; aunque teniendo autocrítica, más bien he sido correspondido a mis actos, a lo que seguiré llamando hasta que me alcance la muerte: mi forma beat de llevar la vida.

Gatos se han muerto: la lagañas, el gato siamés, el roñas, la brycnis, la chuleta, gato gris, aquella gatita que maltrataban donde dejaba el auto a pensión… y la gatota, una gata negra que llegó sin más, después de escapó y regresó preñada, y así comenzó todo; entendiendo como va la vida con seres nocturnos, con desapego y llenos de malicia. Pensé me había convertido en un gato, en el reflejo de esa gata negra que pudo morir en el parto de sus gatitos locos, pudo morir de leucemia, pudo morir del ataque de pulgas, pudo morir de caer 10 metros… no lo hizo, estuvo cuidando mi deseo de “llegar a las vegas”, hasta que hace meses, la edad -----unos 15 años---- la hizo sucumbir. Esa gata conoció a la gente más horrible de mi vida, y  a las más entrañable también; esa gata vio morir a vecinos indeseables, vio como se jodían todos esos seres horribles y recordé cuando sir William me dijo: la gente se jode sola, no deberías preocuparte más… Y lo he comprobado, aquellos fastidiosos en mi vida se han “eliminado” como en un videojuego, incluso las mujeres han llegado a un “game over”.

Hace días, mientras yo padecía de la anemia y me quejaba de no poder beber más, de no poder follar más, de solo confiar en mi gente cercana y los gatos; aún espantando las moscas de la planta que tiene los restos de la gatota, un vecino, con 3 o 4 años menos que yo sufrió de un derrame cerebral. Seré honesto, el sábado pasado, después de regresar de escuchar  en vivo a  Vanesa Martín, solo quería llegar a casa y dormir. Me costó trabajo, entre lo aturdido de la acústica mierda del lunario y mi vecino casi hijo de satanás con black y mierdas de esas que escuchan los metaleros, sufrí para dormir, pensé en lo que me ha dicho sir William siempre, y quise que se jodiera aquel vecino, eran las 3 am y no cedía en su alabanza a satán… un día después ni el “representante del mal”, lo ayudó, hasta hoy ya en una semana, ha sufridos dos ataques cerebrales, no le pronostico buena vida… y para ser justos yo solo me doy un tiempo más; aún no se si cuidarme, si dejar de beber, si dejar los rencores o emular a Javier Ortíz, quizá no tenga arrestos para hacerlo, pero de un borracho beat se puede esperar cualquier cosa.



Odio la redención, quizá no beba más alcohol, pero encontraré la forma de destruirme…