lunes, 21 de abril de 2014

CERVEZA CALIENTE


CERVEZA CALIENTE

JUAN BEAT

Enloquecer sucede en momentos, con las personas correctas; los cruces de caminos, las carreteras perdidas, solo suceden una vez. La tristeza que conlleva  estar perdido, bajo los sonidos insipientes de palabras amorosas que aún reales, se saben derrotadas. En ocasiones la persona correcta  nos puede llevar al infierno, a transgredir hasta el mínimo raciocinio; porque la persona correcta  simplemente está detrás de  la mirada de un gato vigilante, tanto como el amor concedido  en horas. Las horas y los sueños… y los besos  detrás de la puerta significan vínculos, Parker y Trane la unión de caminos revueltos y perdidos. En una sola madrugada, las fatalidades de  cuerpos  destellantes se unen para siempre esperar una vez más, solo una, porque lo que llaman vida no da muchas oportunidades.
 
Trascender es un concepto que no si realmente conocí,  mucho menos en  los amoríos o como se le llame a  relacionarse; y aunque pareciera no importarme, sí  me duele despedirme sin más, sabiendo que quizá pudo ser la última vez. Estamos llenos de últimas veces, de últimos besos, de  cuerpos encontrados con scotch derramado, sudor y cerveza… dudas y terremotos físicos que aplastan cualquier cantidad de ideas sobre  lo que significa dar un paso más allá de nuestras cochinas vidas. Mucho tiempo quise alcanzar “las vegas”, mudarme,  y  ser perfectamente un enloquecido, pero no, soy un un cobarde; y eso, porque muy en el fondo de  mis lamentaciones,  siempre he esperado la última oportunidad, de más allá de cuerpos sudorosos intercambiando flujos y neurotransmisores, obtener el valor de la complicidad. Amarse no significa estar juntos… solo significa amarse, desesperar un poco y compartir el último trago,  aún siendo, de cerveza caliente.


**obra: "Cabeza de gato"
autor: José luis López Galván 
técnica: Óleo