lunes, 22 de octubre de 2018

CONEXIÓN SINAPTICA

Juan Beat 

Reapareció Ayesha, con un mensaje en el chat del Facebook y me di cuenta que tantas drogas legales que ha tomado casi toda su vida han hecho estragos; y se que muchas mujeres comparten que he sido lo peor que han experimentado, aunque no acabo de entender tanto odio de su parte. Me rompió la mano en 15 pedazos, me hizo perder mucho tiempo con recuerdos y dejando ir a personas valiosas gracias a añorar sus grandes senos y su forma de beber, me castró mentalmente, por la razón que fuese, me costó mucho por un buen tiempo tener una erección… Y ahora cree que con escribirme: no, nunca te quise, solo me presté a un juego en el que me destruiste… va a hacerme sentir culpable o con responsabilidad sobre su redención; cuando supe sobre su sanidad y casi santidad pensé en destruir cada texto y poema en su memoria, ja… me traicionó, su imperfección se fue a la mierda. 

Honestamente yo conscientemente he pensado en destruir a muchas personas, he añorado saber que agonizan y que sus vidas se van a la mierda, pero son personas que me son ajenas, es decir, que conozco y que les compadezco tanto que el pensar en que sus vidas se vayan diluyendo, es hasta un acto “budista”; todo eso nunca fue mi intención con Ayesha; la primera vez que nos conocimos, supe que era la indicada para poder escribir lo suficiente, sin temor a incluso ser un poco cursi. También supe que todas esas historias de carreteras y alcohol que tanto leí con Kerouac, podían ser realidad con una mujer así de devastada como ella. En eso asumo mi responsabilidad, como siempre no pensé más que en mi, en mis necesidades, no me importó, ni hice por ayudarla a dejar su anorexia, sus benzodiacepinas, su alcoholismo y menos su apego a no se como demonios se llamaba su novio o ex novio al que tanto añoraba. 

Todo comenzó con un mail en el que me decía que se identificaba con el blog que yo casi diario actualizaba (http://juanbeat.blogspot.com/); después de un intercambio de e-mails, llegó la llamada telefónica, todo fluyó, Fadanelli y Portishead fueron el centro de conversación, recuerdo muy bien su admiración por Guillermo Fadanelli, también Bukowski, Kerouac, Coltrane y Chet Baker ayudaron a todo eso que supe iba a la fatalidad, pero no me importó. 

Fue muy duro cuando todo se terminó con Karina, y adulaciones como las de Ayesha a mis textos, su voz tan grave tras el teléfono, el haber leído Tristessa, fue suficiente como para olvidarme de aquel desagradable momento por el cual decidí no buscar más a Karina, además de odiarla por un buen rato. Por casualidad Ayesha trabajaba cerca de la redacción de la revista Generación, aquel día yo no llevaba el viejo spirit 92, que tantas batallas dio, ella me dijo que tenía un chevrolet cutlass pero odiaba manejar; nos encontramos, me llevó a uno de sus lugares lleno de oficinistas donde solía beber cerca de la glorieta de insurgentes ---de nuevo otra coincidencia, en ese lugar, cuando comenzamos con “los viejos puercos band” intentamos tocar… nos quitaron el sonido, hubo peleas… era el comienzo de la peor banda del mundo…----. Y así comenzaron meses de “ir en el camino”, entre cervecerías, cantinas, hoteles sobre el oriente de la ciudad, balaceras en neza, y lo de menos era el sexo, encontré la imperfección en ella. 

Yo manejaba el spirit 92 escuchando a Coltrane, everything but the girl, bjork, portishead, miles davis y massive attack; nos cansamos de hoteles en las carreteras, acabamos en su casa, ja tenía un perro horrible que se tragó alguna vez la cena de navidad, y había una gatita blanca que las veces que dormí en el cuarto de Ayesha, se acomodaba sobre mi prominente estómago en esos tiempos. Una mañana llegó su “novio… o ex novio”, hizo un escandalo, quería que habláramos como hombres, yo me servía más scotch y hacía como que tocaba la guitarra, discutieron, se escucharon botellas de caguama retumbar en el piso, yo puse “dream on” de Aerosmith y veía la paz de la gatita blanca sobre mis piernas. En ese entonces hacía algo de hip hop con un amigo, me llamó, pasó en su destartalado auto y de nuevo visualice que aquella desolación entre Ayesha y yo, acabaría en cama de un hospital. 

El sexo no funcionó, el alcohol si, una noche antes de que explotara todo, soñé que querían robarme el auto y que aparecía ella con su “novio”, se burlaban de mi y me dejaban a la deriva. Recuerdo que por la tarde le mandé un mensaje de texto ----me invitas una cerveza-----, respondió que pasara por ella; fuimos a aquel lugar de la glorieta de insurgentes, luego a un “café de chinos” y comenzó la destrucción… Regresé a casa con la mano rota, aún así manejé el auto, después el dolor físico sobrepasó a lo emocional; y sigo aquí, no redimido, sigo aquí con una nueva historia, con mi karma en vías de salvación, si no es que cometo el error de follarme a una mujer triste de nuevo. 

Ayesha me dice que no tiene rencor, pero que no he “crecido”, ja... su discurso ahora es como de superación personal ----sólo querías destruirme y yo lo acepté, lo que pasó fue puro odio, tu no hiciste otra cosa en mi vidas más que hacerme daño… amigos no somos, ni seremos, ni fuimos…---, que cantidad de pendejadas me escribió en el messenger de facefuck. 

La última vez que pasamos juntos fue en un borrachos fest en el hotel virreyes, yo seguía con el brazo roto y enyesado, ella ligándose a un gringo… quizá ella primero quiso destruirme. Ya hace mucho que dejé de añorar a cualquier mujer, tengo 42 años y los años contados… el scotch no me ha destruido, menos lo hará una mujer con las neuronas sin conexión sináptica.
Ayesha, desde aquel poema te fuiste a la mierda. 

SUFICIENTE 
Mucho tiempo,
aún no estando juntos te quise,
aún perdiendo mi cámara con fotos de ambos desnudos,
aún después de ligarte a un gringo,
aún cuando me abandonaste en cama de un hospital;
si, te quise
aún cuando me recordabas quién era "el amor de tu vida",
aún cuando solo me querías poco,
aún cuando inventaste que te golpeaba,
aún cuando follabas dopada sin después recordarlo;
te quise un montón,
mentía por ti,
conducía ebrio por ti,
era amable y cursi por ti;
mucho tiempo te quise,
antes y después de mi mano rota;
pero por mi,
desde hoy,
Ayesha te puede ir a la mierda,
y no habrá discos ni canciones,
ni puñeteros poemas,
vete a la mierda Ayesha,
sigue fría,
endurecida, 
vomitando por la anorexia,
tomando tus putas pastillas,
bebiendo sola,
cayendo ebria;
¿no pudiste ser un poco más amable hoy con mi dolor?
¿no pudiste mejor "suicidarte" cuando lo vociferabas?
Por mi, desde hoy,
te vas a la mierda.

sábado, 1 de septiembre de 2018

LO QUE QUEDA DEL PASADO

LO QUE QUEDA DEL PASADO

Juan Beat

Hace como un año mandé un mail a la universidad pontificia, supe que Grissa, era parte de la nómina, sentí una extraña compasión de su budismo, y claro, morbo de saber el por qué acabó en ese lugar; yo ya no tengo una muela y un diente, se me rompieron los lentes y uso unas baratijas para alimentar mi voyerismo; mi espalda y coxis no dejan de punzar, los viejos puercos band, presiento nunca regresaremos a tocar ni a ensayar, pero aún así no he caído en los brazos de la religión. Me he separado innumerables veces de mujeres, he dejado de beber por un tiempo, me he masturbado por mi incapacidad de simplemente decirle a una mujer que quiero follarla, me he frustrado por enamorarme de mujeres con el cabello teñido de rojo, descubrí tantas canas en mi cabello, como mujeres que me han dicho que no les agrado; he dejado de comprar cds… e incluso, he dejado de pensar en un buen futuro, pero aún así, nunca me refugiaría en un culto, lo más parecido a rendir pleitesía, es el reconfortante trago de scotch cada noche.

También se me ocurrió mandar ese e-mail por mis sueños constantes con Grissel; debo reconocer que no fui el mejor compañero, ella era solidaria, compasiva y tenía grandes expectativas sobre mi… y no pasó más, la defraude; pero yo seguía necesitando la presencia de Idalia, ha sido lo más cercano a una adicción, amé salvajemente a aquella mujer tan fuerte, tan arrogante, capaz e inteligente, al final, como la “courtney” era muy superior a mi rudimentaria y beatnik forma de llevar la vida. Y desde que Grissel e Idalia se hartaron de mi, supe que no había que crear nunca expectativas.

Mujeres a mi lado fingían su amor y sus orgasmos, yo también mentía, la palabra amor es fácil, es como limpiarse el trasero y dejarlo caer al cesto de basura, pero no pueden reprocharme el empeño en conquistarlas, en canciones, en que mi disfunción eréctil psicológica se revirtiera, no pueden reprocharme hacerlas sentir queridas… ni siquiera Grissa.

La quería lo suficiente como para preocuparme por caer en las “garras de la iglesia”; aún así, no hubiese podido vivir con ella como me lo proponía, casarme e hijos era una locura, mi impulsividad y miedo a estancarme me llevaron a triturar la relación… solo espero que no sea yo el culpable por terminar con su budismo, con sus esperanzas de un hombre “bueno”, yo ya recibí mi merecido. No hubo repuesta al mail desde el primer “send”, el rencor se incrusta hasta en las “almas más nobles”; yo he dejado de sentir odio y enojo a quienes estuvieron a mi lado y me jodieron en su momento, al final se van consumiendo amargamente como yo.

jueves, 29 de marzo de 2018

“EL FUTURO DEL FUTURO…”



JUAN BEAT

El futuro tampoco llegó cuando Zaira y Alex intentaron venir por primera vez a la ciudad más apestosa del mundo, quedaron varados en un aeropuerto gringo, sin saber el motivo y ni respetando la nacionalidad suiza, los regresaron en un vuelo de american airlines; a mi en Roma me sucedió un interrogatorio a la llegada al fumicino, y en la estación de tren rumbo a Florencia, se llevaron el pasaporte, mi I.D. regresaron en 20 minutos y sin problemas, yo creo los italianos temían que me follara a sus mujeres y dejara descendencia  mestiza con malos hábitos y sin trascendencia.

En el segundo intento hacia el df, afortunadamente sucedió, apareció Zaira ------ya Alex había contraído nupcias con una acapulqueña----; aún funcionaba el spirit 92, recorrimos del aeropuerto en el oriente de la cuidad, hasta la roma, y lo primero fue comer tacos en un puesto en la calle de frontera, cerca de la casa del poeta donde se “esconde la revista Generación”.
 
Pasamos bastante tiempo Zaira y yo en esta infernal ciudad, era otoño, el clima estaba bien, fuimos al “Alicia” a ver a los Esquizitos, visitamos mi antiguo trabajo apestoso en la facultad de Psicología con el “Dr Muerte”, el laboratorio de mi director de tesis; incluso fuimos a casa de Karina, algunas veces compartimos algo con Lorena “la Courtey” y  por supuesto estuvo en casa; eran jornadas largas, pasaba por ella temprano a la colonia roma ----donde consiguió un lugar para prácticamente dormir--- y recorríamos lugares tan extraños, museos y calles solitarias bebiendo alguna cerveza mala mexicana (aun eran mexicanas, ahora son de grandes consorcios europeos). Subimos al auto y fuimos más hacía el oriente, Puebla y Oaxaca… y fue cuando sucedió, me sentí caer de nuevo; no recuerdo si ya Ayesha me había roto la mano, o si Arlette había ya re-aparecido después de los años de la facultad, Lorena “era mi amiga”, Karina ya cargaba a su pequeña hija recién nacida, aún tenía vínculos, pero ya no eran “amorosos”, simplemente por qué joder con quienes se ha pasado tiempo, aún siendo un “tiempo desperdiciado”. Incluso Zaira fue a Acapulco a visitar a su ex pareja; si todos entendiéramos que realmente nadie nos pertenecemos, que somos malditos seres individuales, todo sería mejor, yo ya lo entendí…

Ya en Oaxaca no sabía bien cómo comportarme, ja siempre he sido un estúpido, un completo imbécil para decirle a una mujer que mi sistema nervioso central provoca que quiera decir la palabra “querer”, intenté escribirle a Zaira, ja… recuerdo que le pedí incluso un cuadernillo y una pluma, pero nunca he podido si no tengo una maldita “hoja de word o de menos una aplicación de txt”; pasamos buen tiempo juntos, el mezcal se consumió y yo hui, ya no quise seguir el viaje hacía Veracruz, no pretendía desquebrajar una amistad por mis sentimientos de pertenencia.

Y no es la primera vez que dejo ir a una mujer que me provoca la “alegría-tristessa”, hubo un poco más de tiempo juntos, llegó el momento de que Zaira regresara a la ciudad que yo siempre he necesitado----Zurich---; estaba en total indefensión y deprimido, ya no recuerdo que sucedió al partir, Lorena la llevó a su vuelo, yo mientras creo estaba tan perdido como Nicolas Cage en Leaving Las Vegas, no nos encontramos más en persona, se me acabaron los viajes y mi forma de vida se hizo austera… Hace tiempo Zaira me dijo que en esos momentos también sentía algo fuerte por mi, había pasado por una separación extraña, y yo en soledad total. Agradezco mi buen juicio en aquella ocasión, no se fastidió nada, Zaira sigue diciéndome que hay esperanzas y que no deje ir “mi intento budista”…

Estoy intentando re-encontrarme, pero no es posible retener a alguien; pero, mientras no claudico en que esa “nueva alma” tan complicada como lo es Naima tenga buenos momentos, ja quizá Zaira tenga razón ya tengo lo que necesito y ya me he dado cuenta que la vida me ha dado lo que merezco.  El futuro del futuro,  aún puede contener algo del pasado…”

The future of the future will still contain the past
Time goes slow and time goes fast
I can feel you looking back at me
To see how I've gone on
What is it eating at you that makes you want me now I'm gone?
And it's so bright tonight
Do you see those cars, those lights?
The future of the future will still repeat today
Where time goes fast then fades away
You say- think of the old days
We could have them back again
Well I've thought about the old days
They'd go bad like they did then
And it's so bright tonight
Do you see those cars, those lights?
The future of the future will still contain tonight
The passage of day the passage of light
And I'm not going home again
Tomorrow will never come

And it's so bright tonight
Do you see those cars, those lights?
Do you see those roads, these sights?
What you gonna do about me now?
What you gonna do about me now?
It so bright tonight

Future of the future – Everything but the Girl


martes, 20 de marzo de 2018

ZURICH


ZURICH

JUAN BEAT

Fue en un verano aquella primera vez que aterrice en Suiza, casualmente había conocido gracias a aquel mítico fanzine “Los Avengers”, a Zaira, que es más italo-española que Suisse; Zurich es el lugar perfecto para mi, lleno de ancianos, viejos borrachines inocuos durmiendo en los parques, frio, neblina, apacible… todo lo que quisiera un malhumorado como yo para pasar desapercibido. Debí haberme casado con Zaira, pero tenía un novio, ja… curiosamente al final Alex----el novio de Zaira---- se exilio en Acapulco Gurrero, él conmigo fue buen tipo el tiempo que pasé con ellos en la perfecta ciudad para una personalidad intrascendente como la mía.
 
Zaira siempre demostró bondad y su objetivo era trascender en todos los sentidos, buscaba lo espiritual, igual que Grissa ----aquella mujer que le hice un poema destructivo llamado follando con el dharma---- el budismo, el yoga era su camino para lograrlo. Yo mientras seguía con mi destrucción con una mujer muy superior a mi: Lorena… ja pocas veces le dije por su nombre, yo era el “señor Beat” y ella “la Courtney”, refiriéndome a la supuesta “asesina de Cobain, su mujer”. Era una extraña relación, después de Karina abandonarme, no pasó mucho y en el mismo chat que conocí a Sir William Calavera, me encontré con Lorena con el nick de  “Bjork”, no era muy bonita, pero su personalidad, la cual incluía sofisticación e inteligencia, me convenció , era una mujer  genio, desarrollaba todo tipo de software, conducía un deportivo y le gustaban los buenos lugares para comer o beber; me acompañó a un viaje por segunda vez a Zurich, ja su ingles si no era muy bueno, yo ya había recorrido europa, Lorena apenas iniciaba el “on the road”, ja supuse me necesitaba como su traductor…

Pasó por mi en su sentra, ------fue la primera vez que mis padres la conocían, como trabajaba tanto solo pasaba por las tardes a casa a visitarme o salíamos--- fue un poco tenso, llenamos su cajuela con mis maletas llenas de tequila y cosas para los amigos en europa; pero mi error, fue pedirle que me dejara manejar, noté su incomodidad, al final era su auto, mi vieja caribe 80 apenas rodaba y me atreví a pedirle manejar su auto, no quiso mostrar debilidad ante mis padres, lo se…

Llegamos al aeropuerto, hice el ritual de cada verano e invierno: documentar, tomar un trago, deshacerme de todo lo metálico y disponerme a abordar. No se porque al despedirme de mis padres lloré, quizá fue cuando me di cuenta de todo lo que habían hecho por mi y yo con mi mierda idea de ser un escritor, de haber echado por la borda mi carrera en las neurociencias; le pedí a Lorena que los llevara a casa y que en una semana nos encontrábamos en Zurich.

El tiempo en Zurich juntos, que compartimos con Zaira y Alex fue simplemente el comienzo de la ruptura; yo solo quería beber Franziskaner, desparramarme en una banca y seguir viendo nevar. A Zaira ya la conocía bien, había una comunicación natural, me agradaba más ver llegar a Zaira por las tardes cuando no paraba de nevar y no había más que aferrarse a un hogar, que estar en cines, bares, o conociendo la ciudad, “tomado de la mano de Lorena”.

Yo después de una semana me fui a Madrid, mis padres ya estaban hospedados cerca de la gran vía, “la Courtney” regresó a la ciudad de México, durante mi tiempo de viaje, me entretenía en calcular cuánto cobrarían las rusas y croatas que esperaban con diminutas ropas en plaza del Carmen; salía del hotel Liabeny en aquel volvo S80 y no extrañaba a mi lado a Lorena, pensaba en Zaira, en su nobleza… “la Courteny” no volvió a comunicarse conmigo, regresé a México un mes después y solo por el msn de Hotmail ya desparecido, me escribió: ----ya no me gusta señor Beat… no hay ningún futuro----. Se terminó… y quizá tenía razón sobre mi incierto presente ahora.

Lorena me cambió por alguien más, se mudó a París, se compró un mercedes Benz y afortunadamente me olvidó; no sufrí por la falta de su “cariño”, ni por el sexo, algo me indicaba que como siempre yo solo era un analgésico para ella, y su caminó real era encontrar a una buena mujer a su lado. La verdad lo sabía, pero me sentía cómodo tratando de olvidar a Karina.

Y hasta ahorita no hay ningún futuro…